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El jamón de bellota ibérico debe recorrer un camino que va desde la crianza del cerdo hasta el disfrute de los ibéricos de bellota en vuestro plato.
Cómo realizar una cala del jamón de bellota ibérico
No existen trucos mágicos, ni secretos para saber si los de bellota ibéricos son de buena calidad. El etiquetado suele ser una garantía en cuanto a la procedencia del jamón ibérico y sirve para determinar si estamos ante un buen jamón. Otro truco para saber si estamos ante un buen jamón ibérico, es fijarse en su forma y color. Pero uno de las formas más sencillas de saber si el jamón ibérico que tenéis delante responde a vuestras exigencias de calidad, es realizar la cala del jamón.
Se trata de un procedimiento sencillo por el cual se introduce la cala, una especie de punzón fino de alrededor de 10-12 centímetros de longitud, en tres partes del jamón a una profundidad máxima de 3 centímetros, para que el experto pueda observar y oler los aromas y comprobar si el jamón es de buena calidad.
La importancia de la cala del jamón de bellota ibérico
La cala del jamón de bellota ibérico es el último paso que siguen los profesionales del jamón una vez que este sale del secadero. Se trata de una especie de control de calidad que te garantiza que el jamón de bellota ibérico que llega hasta tu mesa es de la máxima calidad para que lo disfrutéis en su máximo esplendor.
Puede parecer una tarea muy sencilla de realizar. Y lo es. Lo complicado es saber captar si el aroma que desprende el jamón es el adecuado y es apto para el consumo y disfrute por parte del público.